Las cuatro de la madrugada
Hora de la noche al día.
Hora de un costado al otro.
Hora para treintañeros.
Hora acicalada para el canto del gallo.
Hora en que la tierra niega nuestros nombres.
Hora en que el viento sopla desde los astros extintos.
Hora de y-si-detrás-de-nosotros-no-quedara-nada.
Hora vacía.
Sorda, estéril.
Fondo de todas las horas.
Nadie se siente bien a las cuatro de la madrugada.
Si las hormigas se sienten bien a las cuatro de la madrugada,
habrá que felicitarlas. Y que lleguen las cinco,
si es que tenemos que seguir viviendo.
Wislawa Szymborska
Mi tía más querida ha sido diagnosticada con el cáncer de seno mas agresivo, tras la masectomía y quimioterapias, la enfermedad ha retomado fuerza nuevamente.
Su novio de 90 años, poco podrá ayudarle durante el tratamiento de radiaciones que se le avecinan.
Mi madre y hermana se pasan la bolita para evadir su responsabilidad de apoyarla; yo, ya lo he decidido: me iré a vivir a la gran cuidad, la apoyaré en todo lo posible, dejaré a mis niñas con su padre y delegaré los últimos trámites de la producción del disco de mi hermano a mi escritor más querido.
Me embargan profundos sentimientos de tristeza , sé que se avecinan días complicados, mi cabeza se llena de preguntas; hace poco un amigo me obsequio una frase: “los porqués son porquería”, me queda claro que ahora todo pasa a segundo término; la música, proyectos, escenarios e incluso el amor, pueden esperar. Un escalofrío recorre mi piel sintiendo a la muerte rondando de nuevo , las horas se detienen; entonces, como una dulce brisa vuelven a mi mente los recuerdos de esos buenos días en que con mi tía favorita recorría museos y plazas de esa gran cuidad y quiero creer que la vida continuará, mientras tanto : espero que pronto amanezca.
Venimos de golpe en golpe, querida; y lo siento mucho. Eso de que tu madre y tu hermana “se pasan la bolita” y que tú hayas decidido tomar cartas en el asunto dice más de ti que mil posts seguidos. Seguimos sin entender esta cosa rara que es la vida, pero de lo único que podemos tener alguna certeza es de que no tenemos opciones: hay que vivirla con todo lo que nos regala o impone. No podemos escapar de ella, así que hay que tomar al toro por las astas y seguir adelante, con todo el dolor que nos depara el momento.
Un fuerte abrazo.
Gracias por tus cálidas palabras, me reconforta saber que puedo ser útil, la vida es tan breve; si puedo demostrar con hechos el amor que siento, creo que la vida estará bien vivida.
Besos querido Borgeano.