Un nuevo amor

 

Y cuentan las leyendas que es un cisne-poeta…
Que la magia del ritmo le ha ungido la garganta
y canta porque sí, como el arroyo canta
la rima cristalina de su corriente inquieta.

Alfonsina Storni

 

 

En realidad no sé si era poeta, cisne, actor o lejana quimera, algunas mañanas aún escucho su canto, recuerdo su diente frontal un poco chueco, la pequeña herida en su mejilla derecha, ya estoy cansada de este cementerio que cargo a cuestas vestido de melancolía, de incinerar esperanzas, de llenarme de fados, pretendo negociar con algunos sueños, esos que me devuelve el sol cada amanecer.

Hay personas que pasan por nuestra vida  muy difíciles de olvidar, son esos viejos fantasmas, que resuenan en las canciones favoritas del repertorio que ahora me atrevo a montar para el siguiente recital.

Mientras observo el mar, al romper las olas, regresen imágenes en cámara lenta, de mi padre enseñándome a sortearlas, después repaso la película en recuerdo de algunos otros hombres que han dejado su huella en mi vida, sus enseñanzas, eternos maestros, mis grandes amores, no han sido muchos confieso, los más queridos hoy están lejos de mi, por eso regresan a mi pensamiento, encriptados entre líneas de melodías y en la irrealidad de algunas despedidas.

Sé que es momento de dar vuelta a la página de volver a confiar, de ventilar mi corazón y permitir que entren nuevos aires, nuevos poemas  y por qué no tal vez un nuevo amor

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