No demostrar lo que soy o lo que siento, pareciera una exigencia de los demás, tener que disimular con una sonrisa cuando tengo unas inmensas ganas de llorar, entonces algo muy en el centro de mi pecho me levanta y hace que salga de ese pozo azul oscuro, sacudirme, volver a caminar, un paso a la vez.
A diario cuando regreso de trabajar me pongo a platicar con mis hijas , entonces me doy cuenta de la importancia de que ellas desarrollen un sentido crítico y me siento satisfecha de que hagan un análisis mucho más lúcido de lo que yo hubiera podido imaginar. Ellas me han acompañado en situaciones muy complicadas, enfrentado con madurez y singular valentía, eso me tranquiliza pues sé que cada lección de vida ha ido generando en ellas sabiduría, valor para sobreponerse y resiliencia.
Cada dolor, cada injusticia me hace empatizar con aquellas a las que les han arrebatado todo; sus cosas, su hogar, su trabajo o medios de subsistencia , pero nunca su dignidad; podrán decir que una exagera , que se disfruta el papel de victima mas sólo quien ha sufrido la agresión, quien día a día tiene que librar una batalla en contra de la corrupción, la omisión o el cinismo debería tener la posibilidad de dar su punto de vista, sólo quien ha padecido en carne propia la injusticia y las actitudes psicopáticas de esos que engañando a los demás caminan por el mundo como lobos disfrazados de ovejas son quienes deberían ser escuchadas.. En cambio aquellos que se confunden de tanto mentir, que se pierden en un nudo arañas, enredándose al final en su propia maraña, serán los condenados por sus propios demonios frente al espejo, despellejando su ansiedad sin poder conciliar el sueño, retorciéndose en su miseria, tarde o temprano las mentiras saldrán a la luz.
Llorar, demostrar fragilidad o sacar a flote mi fachada más victoriosa no debe confundirse con querer deslumbrar como una falsa moneda, una cosa es vivir para mentir y otra cosa es mentir por mantener fe en la vida, total no me importa que otros me llamen: impostora.
Inventar mi verdad 
Muy buenas reflexiones, Shira. Vivimos rodeados de mentirosos, de gente que aparenta lo que no es, pero, sólo debemos alejarnos de esta gente y vivir nuestras vidas sin su presencia… Hoy la verdad se esconde, se disfraza… Así vivimos. Mi abrazo y cariño.