
Siguen avanzando los años, hay mañanas en las que analizo qué va a quedar de estos días, de esos momentos en que sus conversaciones iluminaban mi oscuridad, el tiempo continúa su curso, no perdona ni las grietas ni las ventanas abiertas que terminaron bloqueadas tras el último adiós , es que a veces hay que dejar ir, entre los milagros del año pasado vi empollar y nacer a dos colibríes tras mi ventana, ni el viento, ni la lluvia impidió que aquellos dos polluelos emprendieran su vuelo, el primero con una semana de diferencia al más pequeño, hoy regresan al bebedero junto con otras docenas que a diario desfilan por el jardín de mi casa. Así algunas amigas y amigos en mi vida llegaron a tocar mi corazón, algunos prometen volver, otros aunque se han ido dejaron su huella en mi interior lleno de bellos momentos, de palabras valientes o rudas que hoy forman parte de mi vida. Es misterioso como la vida los regresa más de una vez, volvimos a sentir la calidez de su voz y más tarde decidieron emigrar a jardines vecinos, su aroma queda en el aire y el dolor de su ausencia regresa, a veces en cuestiones tan simples y sencillas como una frase o un sabor.
Hay mañanas en que la vida es monótona, lo que me saca del letargo aparte de mis lecturas que se agregan día tras día es la música, regreso a melodías que me llevan a momentos felices , episodios que me transportan a la infancia, hoy como ayer sigo bebiendo el color de tus ojos cafés en mis mañanas sin sueño.
Realmente bonito
Me encanta, Shira. Felicitaciones. Feliz Año Nuevo y siempre mi cariño y admiración.
Me ha encantado. Y ya Rosa León maravillosa. Gracias por traerla. Un saludo.